27 de febrero de 2011

Las crónicas de Maia

Después de un finde bastante liado... Os iba a poner el VI de "El último segundo de la cuenta atrás" pero creo que eso podrá esperar, porque os traigo hoy una de esas cosas que descubres por casualidad, por estar en el momento justo en el sitio indicado. Las crónicas de Maia.
Las crónicas de Maia es una serie online, alejada de todos los convencionalismos, una serie callejera, allternativa...
El argumento de la serie online comienza así: A Maia le robaron el alma, y ahora trata de buscarla. Maia vive en un bucle temporal y vital, donde tendrá que resolver un puzzle complejo, para ello vive situaciones y "aventuras" que no comprende...
Una calidad fotográfica realmente cuidada, grandes detalles y una banda sonora expectacular...
No pienso contaros nada más, a mi ya me tiene enganchadísimo...y mientras espero el segundo capítulo, aquí lo tenéis, el primer capítulo para que lo veáis y opinéis...


23 de febrero de 2011

El último segundo de la cuenta atrás (V)

-Capítulo V- Lluvia-

Siempre pensé que cuando llovía lo hacía por el dolor del mundo, que toda la mierda del mismo tendía a subir hacia el cielo y que cuando este no aguantaba más tanto dolor reventaba en miles de relámpagos y se desbordaba por sus lagrimales; yo también me hubiese cabreado muchísimo si hubiese tenido que aguantar tanto mal. Todo ese pensamiento era debido a que nunca se me dieron bien las ciencias, además de esa extraña y alejada visión que siempre tuve de la realidad. Sin embargo, contigo descubrí que cuando llueve es para olvidar, y es por eso que los cielos se suelen mantener a una distancia prudencial de la tierra. En realidad, el dolor, por muy hijo de puta que sea, es una auténtica minucia comparado con esos constantes arañazos de los animales salvajes que te rasgan las internas vestiduras: El vacío, el recuerdo, la impotencia de saber que te quiero sabiendo que tú si puedes estar sin mí.
Y me arde, y me muerden, y me consumen, y me matan... y ahora lo único que puedo hacer es llover sabiendo que no tengo paraguas, sabiendo que te tengo dentro y no te puedo sacar.
Tengo la sensación que aveces lluevo recuerdos con sal y otras sentimientos teñidos de hemoglobina. Incluso, que cuando lluevo esos recuerdos salitrados, aún fingiendo estar bien, estos son capaces de recorrerme el cuerpo en busca de las heridas aún no cicatrizadas, y hacer emerger de allí cada molécula de cada una de las cosas que sentí y todavía siento por ti, y que a causa de estas vuelvo a llover malditos momentos contigo, y el proceso se vuelve a repetir constantemente, y yo no sé salir de ahí
, de ese círculo.... y yo no sé olvidarte.

[Sé que cuando dejen de verme llover todavía seguiré lloviendo por dentro, ¿o acaso las nubes no llueven por dentro cuando hay sol?]



Escrito por Daniel Calderón Martín

Imagen encontrada en Getty Images.- Umbrella on the stairs.- Yoshika Sakai

21 de febrero de 2011

La danza de la noche [1ª Parte]


Los primeros acordes de una mística y ancestral melodía comenzaban a llegar, y a sacudir, cuan hilos de luz, todo lo que estaba a su alcance, a varios kilómetros a la redonda.
Las calles despertaban con otros aires, otras luces, otro ambiente...como si lo anterior solo hubiese sido un estado comatoso, y aquello un resurgir. Se respiraba magia con cierto toque a incienso y jazmín que abrazaba y embriagaba a toda persona que hubiese sido acariciada por aquel ritmo frenético. Algunos inexplicáblemente parecían poseídos, y danzaban con los ojos recién teñidos de blanco en una misma dirección.

[...El son de los tambores detenía el tiempo. En el aire, susurros... Palabras de tierras lejanas, del alma de los bosques, de la voluntad del viento, de la voz del cielo...]


Las llamas de un arduo e intenso fuego intentaban escapar de una pira de bronce rodeada de piedras y pequeños huesos, y bailaban entre decenas de negros que agitaban los brazos, meneaban el culo con gracia, y alzaban sus tobillos a varios palmos del suelo... sonriendo sencíllamente, viviendo de verdad.
Las pequeñas explosiones producidas por toda la armónica poesía que se generaba entre las palabras de los tambores y los timbales, el murmuro de los pies descalzos al impact
ar con la madre tierra, y los susurros aborígenes procedentes de regiones vírgenes e intrínsecas donde la belleza decidió habitar, iban estallando en mi alma poco a poco, empujándola sumisa a dominar la cáscara de piel para arrastrarla dentro de esa órbita de misticismo que rodeaba tan extraña celebración. Intentaba dominar la situación, pero me sentía imantado hasta otro polo como yo, hasta el centro de la vorágine.
Todos me miraban con desconfianza. ¿Que hará un blanco en un rito de negros?

Todo se convirtió de repente en pura energía. Intensidad magnánima. Fogonazos de luz. Las partículas se quedaban flotando inmóviles en el aire. Gotas de lluvia empapaban
mi cuerpo pero el firmamento se mostraba claro.
Me sentía calmo, inagotable, mas vivo que nunca... y mis pasos
desobedientes me llevaban hacia el centro de la plaza, alrededor de la hoguera, donde el fuego comenzó a pasearse libremente por mi cuerpo, quemándome, pero no ardiéndome.

[Veía almas, sombras aquí y allí, latidos...¡ Pu-Púm! ¡Pu-Púm! ¡Pu- Púm!]

Noté una extraña sensación a lo largo de un caminito de curvas imposibles que alguien iba fabricando por mi espalda, me dí media vuelta y no conseguí ver a nadie, pero rápidamente sentí el delirio en un susurro que me extasió y que me hizo perder la conciencia...

...Hivué...



Escrito por Daniel Calderón Martín
Imágenes encontradas en:
1.-Google
2.-Flickr.- Hecha por Noise Zoom.- Fuego en el cuerpo
3.-Google


20 de febrero de 2011

El último segundo de la cuenta atrás (IV)

-Capítulo IV: Explosión-

Tremendamente curiosa esa ardua explosión que no te deja saber cuando ni donde exactamente empieza, y ya la tienes ahí, reventándote por dentro, a poco de arrancarte la piel a tiras y escapar. Puro dolor. Quizás con un poquito más uno podría desmayarse, pero este tipo de dolor es tan hijo de puta que te deja ahí, al borde de lo que humánamente puedes soportar. Curiosa porque nunca tendrás la certeza de cuando acabará hasta que sin darte cuenta lo haga, pero más curiosa es esa demostración que te dice que estás vivo justamente en el momento que quisieras estar muerto

Escrito por Daniel Calderón Martín

Imagen encontrada en Google


* Agradecer las más de 1000 visitas de esta semana

El último segundo de la cuenta atrás (III)

-Capítulo 3: Oscuridad-
Oscuridad repentina y absorbente, como mirar dos horas seguidas el alma brillante de la bombilla encendida y así de improvisto, una inquietante negrura. Desintegración total de las sombras. Nebulosa en los ojos. Corriente de hachazos a ras de hueso, de todos, sin excepción, incluso en aquellos en los que desconocía su existencia. Frío ártico en el alma. Solo quiero correr, escapar vivo de allí.... ...¡Ja! Ingenuo de mí que en esas perspectivas no soy capaz de ver todas las kilométricas e intrínsecas carreteras que tendré que recorrer para vislumbrar la luz. Respirar a trompicones, a palos de ciego.


Escrito por Daniel Calderón Martín



Imagen encontrada en Google

17 de febrero de 2011

La simple conjugación del verbo amar

Nos subimos en el coche cargados con nuestras escasas pertenencias. Treinta y tres euros y veintitrés céntimos. 4 Cd,s para grabar labandasonoradenuestravidaencomún, y dos billetes a la libertad. Solo Ella y Yo, y no nos hace falta nada más. Hemos decidido ir a muerte por nuestros sueños. Ella cree que juntos será más sencillo...Yo, que mientras sigamos amándonos que importa el resto.

[El aire intentando llevarse su pelo. Hace sol en su rostro. Me mira y sonríe. Está preciosa ¿Es feliz igual que yo?
... Ponemos la radio...la primera canción de la emisora que se sintonice sera la canción que nos recuerde ese momento por siempre, por suerte esa canción nos estaba revolucionó la piel. Entonces la miré, y me vi brillar en sus ojos. Sonreímos tímidos. Sabía que todo iría bien. Sabía que aquel era el primer instante de nosesiesposiblequerertemás. Era posible]

Yo amo... Tú amas... Nosotros nos amamos...Es simple. No hay nada más impotante que eso . Fué conocerte y saber que el resto carecía de importancia






* Pongo esta canción porque ya forma parte de la banda sonora de mi vida, y estoy seguro que pronto formará parte de los dos.

Escrito por Daniel Calderón Martín
Canción de Pablo Alborán.-Pablo Alborán.- Miedo

* Es el cantante español del momento, la personalidad de su voz, su sensibilidad musical, y todo el sentimiento que fluyen de sus letras empiezan a emocionar y a atrapar cada día a mucha más gente. Seguro que ya conocéis su Solamente Tú que está arrasando donde quiera que vaya Muchos opinan que su verdadero potencial está en los acústicos, una manera de cantar como hace tiempo que no se ve, yo pienso lo mismo, de esta manera da la sensación que sus canciones te las está cantando directamente a ti, en una conversación personal entre él y tú. En su disco las canciones están grabadas con ese toque comercial que ya las hace diferentes...por suerte podéis opinar vosotros mismos porque sus canciones también están cantadas con acompañamiento de guitarra desde su casa (colgado en YouTube) . De todas formas quedaros con su nombre Pablo Alborán, porque ya ha llegado, y estoy seguro que se quedará por mucho tiempo.

Y por si alguien lo dudaba, quiero su CD ya, y quiero ir a un concierto


El último segundo de la cuenta atrás (II)

- Capítulo II: Shock-

No siento nada... aparte de un frío infernal. Rara metáfora. Y a mi alrededor el tiempo haciendo trampas, enseñándome el truco, corriendo demasiado lento. Otra rareza. ¿Todo va a ser igual de extraño a partir de ahora?. Intento mover una pierna, un brazo, una vértebra, un riñón... no los siento, y mira que he sido de sentir el riñón a rabiar. Me han debido de inmovilizar con alguna clase de veneno intersensorial. Intento pensar pero el cerebro está saturado de una imagen, una imagen clara y concisa, y esto, no os confundáis, es un pensamiento que vaga por mi cabeza desubicado, y que otro pensará por mí. El corazón...¿que corazón?
[Ahora debes aprovechar para lanzarme a cualquier cuneta cómo cualquier otro juguete roto ]

Escrito por Daniel Calderón Martín
Imagen encontrada en Google

El último segundo de la cuenta atrás


- Capítulo I: Muerte -

¡Pum! Disparo certero en el pecho, exactamente en ese lugar milimétrico pero infinítamente eterno que de existir estaría allí donde nacen los latidos. No, no me preguntes a mí si exactamente ese lugar existe, eso lo deberías saber tú que estabas allí, en cada latido, infinítamente eterna... por lo menos hasta que disparaste, por lo menos hasta que dejé de existir





Escrito por Daniel Calderón Martín
Imagen encontrada en Google

16 de febrero de 2011

Reflexiones de última hora

Tengo sed y no trago. Siento miedo y no se a qué. Stop. Me siento dividido en varias partes, en varios yo, como si cada punto cardinal de mi tuviera una opinión diferente. No siento lo mismo que pienso, y mucho menos actúo en concordancia a ninguno de los dos. Puede resultar loco, lo sé. ¿Lo estoy? Puede ser. Pero si estoy loco desde luego es por ti. Y no me separo, y no me despego de tu boca, y siento un orgasmo salir de tu aliento, y entre los sonidos mudos que enrarecen mi cuarto siento tus gritos de auxilio, siento los te quiero indirectos aferrarse a mi, a saber que me voy, a saber que lo intento, y quizás no quieras, y quizás me quieras pero no sabes como decirme, que si, que estás ahí, que espere solo un poquito más, que tienes miedo, y todo esto se convierte en un círculo vicioso entre tú y yo... que tienes sed de mí, al igual que yo de ti, pero nos volvemos a atragantar en un no dejar las cosas claras de una maldita vez, en un ir y venir, y tengo miedo a eso, a ir y que no estés, a que vengas y otra vez te marches.... a volver y que te vayas.

Texto: Daniel Calderón Martín
Imagen: Flickr

14 de febrero de 2011

[* Ella *]


[* ella *]

Quisiera ya con el tiempo en pasado, susurrar una de esas historias que se suelen contar entre las últimas luces del ocaso, en uno de esos antiguos y destartalados porches donde desempolvamos todos aquellos recuerdos que tienen cierto regustillo a añejo.

Hablamos de reflexiones que normalmente se desgranan en el tiempo intervalo en que la vida paulatinamente deja de ser vida. En la espera. Hablamos atrevidos de antemano, por lo menos de esa parte de la historia que me pertenece.

Ella….-Suspiro

…hablamos del corazón



He de reconocer que desconocía la terrible dificultad de los finales, y esto lo es, pura despedida… de ti, de lo nuestro. Y después de observar como palabras desgraciadas, creadas equivocadamente, quedan abandonadas y eternamente olvidadas detrás de nubes de tinta azul, debo admitir que justo ahora, en estas mis últimas letras sobre ti (para ti), no se escribir cada una de las palabras que quiero contarte. Imagino que por primera vez te siento como una desconocida, y ello me entristece.

“Todavía veo esa última sonrisa alocada subirse al tercer vagón de aquel tren que te llevó hacia ese lugar del que nunca regresaste. 16:48 en aquella ya eterna estación. Una mirada de estrellas, un segundo detenido y un supuesto “Hasta pronto” (Quizás aquella fuera tú despedida y yo no la supe ver. No hubiese dejado que te marcharas nunca)

Sudor en mis manos, electricidad a ras de piel… ¡Ay! Aquellas mariposas juguetonas… Un segundo más y hubiese caído desmayado, te lo juro, y sinceramente por esto no me hubiera importado; ya sabes cuanto me gustaba soñar / te. En el corazón, entre acordes de aquella canción de Coldplay, que sonaban velozmente a golpe de latido, se entremezclaban sentimientos como palabras que venían a decirme lo mismo. Nunca tuve miedo a confesártelo, pero aquella vez se quedó suspendido en el andén por siempre como el aire, como un suspiro que ni ese mismo aire se pudo llevar: Te quiero… Te quiero tanto – gritaban mis entrañas, pero tú tampoco te lo llevaste (sin duda aquella fue tu despedida) y las puertas cerraron mucho más de lo que en ese momento hube imaginado.”

He de reconocer que en infinitas ocasiones volví al lugar, y esperé a que vinieras a sorprenderme para sorprenderte. Decenas de trenes, cientos de personas, pero ninguno el tuyo, pero ninguna tú. Hubiese sido grandioso. A veces lo veía, el tren que se alejaba volver marcha atrás; a veces lo escuchaba, aquel suspiro abandonado esperarte, y dolía…volvía a doler demasiado no tenerte.

Ya se que me ha costado entender que

debía dejar de esperarte, que ya no volverías… que lo nuestro ya dejó de ser eterno, que lo nuestro ya dejó de ser nuestro. Imagino que era complicado dejarte marchar cuando un instante contigo había sido más especial que el resto de mi vida junta… pero ahora solo puedo decirte adiós, ya no nos queda nada más que tú convirtiéndote en tercera persona, estés donde estés sé feliz; y yo, que fui feliz contigo, comenzando a caminar de nuevo quién sabe donde, sabiendo que aunque tú no estés, aunque yo me vaya estaré enamorado de ti... indiscutiblemente.

Quisiera finalizar con todo esto a lo grande, sin duda lo merece…

Allí en el lugar del principio…

…allí en el lugar del final


donde eternamente… TÚ Y YO.




* Aunque no se ve bien las imágenes.... Si, esto está colgado en aquel lugar.


Daniel Calderón Martín

12 de febrero de 2011

La isla de los cazadores de pájaros

Muchos de vosotros ya conocéis Bloguzz, y como siempre nos suelen traer, para que probemos, y demos nuestra opinión, los mejores productos. Y después de habernos felicitado el año con caramelos riquísimos con la forma de su logo, ahora me han seleccionado para que pueda leer un libro que seguramente llegará a ser uno de los mejores del año, y no lo digo por cumplir

Hoy os traigo una recomendación de parte mía, de Bloguzz, y de la editorial Grijalbo (Editorial conocidísima en nuestro país por su enorme calidad en sus títulos entre muchos otros: La catedral del mar/ La mano de Fátima (Idelfonso Falcones), Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tu y yo (Albert Espinosa) ¡Recom
endadísimo!, o el último y esperadísimo libro de Valerio Massimo Manfredi: La tumba de Alejandro, com
o por su calidad editorial) su último lanzamiento. La isla de los cazadores de pájaros
de Peter May

[El detective Finlay Macleod, del cuerpo de policía de Glasgow, es enviado a la isla de Lewis, al oeste de Escocia, donde se crió para investigar un posible caso de asesinatos rituales en el que una de sus víctimas había sido uno de sus antiguos compañeros de escuela.
En la isla se reencontrará con todo aquello que creía haber olvidado: un paisaje agreste y lluvioso; un entorno religioso, opresivo y lleno de superstición; unas tradiciones sangrientas de terribles consecuencias y ahora, además, un caso que le sumerge en la bruma de una isla en la que, como él bien sabe, los recuerdos se cobran vidas.]
Así está dibujado el escenario de un caso marcado por envidias, amores frustrados, las tradiciones mas cruentas y los recuerdos olvidados.
Pasado y presente entrelazados en una intriga soberbia...
Una novela de suspense que ya parte con la premisa de tener una atmósfera absorbente. Os va a sorprender, os lo aseguro.